En un acto de generosa vanidad, como demiurgo, Ramon Guimaraes ofrece
libar el néctar que tras atravesar su mente, su cuerpo y su espíritu,
brota de su mano derecha mientras su mano izquierda exprime los frutos
naranjas de la naturaleza sobre su aguda cabeza plateada que asoma
sobre su dorada cabellera.
En un tiempo cada vez más veloz y trepidante, el arte es lo único que
puede salvarnos. Su acción enlaza el presente el pasado y el futuro en
una imagen mayestática que permanece para el futuro.
Performance realizada para la primera edición del Festival KRONOS en
ARTS SANTA MÒNICA Barcelona en octubre de 2018